El 78 % de los consumidores deja de comprar en una empresa si recibe un producto tarde o incompleto por tercera vez, según un estudio de Zetes. Un condicionante que se puede ver agravado por la falta de espacio logístico cerca de las grandes ciudades, por lo que es necesario buscar alternativas para no colapsar los pedidos del e-commerce.
El auge del comercio electrónico se encuentra detrás del incremento en la contratación de espacios logísticos, sobre todo cerca de las grandes ciudades.
Un ejemplo es el caso de Madrid que según los datos de Savills Aguirre Newman, durante 2018 el alquiler de naves alcanzó 935.000 m2, marcando un nuevo récord por segundo ejercicio consecutivo, con una subida del 2% respecto a 2017. De hecho, es un sector muy atractivo para los inversores como lo puso también de manifiesto la consultora JLL que determinó el crecimiento de inversiones en activos logísticos en España en un 53% en los primeros nueve meses de 2018, respecto al año anterior.
El elevado interés por los espacios logísticos tiene una razón fundamentada en el crecimiento del comercio electrónico, que según la CNMC, las ventas por internet crecen a un ritmo interanual del 27,2 % y ya mueven 21.800 M€ en España. Fenómenos de marketing como el Viernes Negro (Black Friday) o el Ciberlunes (Cyber Monday) van dando lugar a la necesidad de una infraestructura logística de grandes dimensiones, lo que obliga a las grandes distribuidoras a ampliar continuamente las instalaciones.
El profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC Xavier Budet asegura que “la celeridad es un factor clave en las actuales cadenas de suministro y que es precisamente por este motivo por el que los operadores logísticos se van situando más cerca de sus clientes”.
Actualmente, según un informe de Zetes, hoy en día las empresas líderes del mercado solo tardan veinte minutos en preparar un encargo y garantizan una entrega completa en el primer intento.
Ahora bien, una saturación de las entregas, ligada a un aumento de los tiempos de entrega, pondría las compañías entre la espada y la pared, teniendo en cuenta que el 78% de los consumidores deja de comprar en una empresa si recibe un producto tarde o incompleto por tercera vez. Será necesario, pues, encontrar soluciones alternativas.
Otro de los grandes retos de las entregas de compras electrónicas es el impacto medioambiental, ya que las principales ciudades europeas empiezan a restringir la entrada de vehículos contaminantes. “Habrá que buscar alternativas más respetuosas con el medio ambiente, como por ejemplo los vehículos eléctricos u otros medios de transporte como el patinete o la bicicleta”, remarca Budet.
06-02-2019 / GS1 Perú